Náufrago

Desdibujado y sin rumbo, en esta patera a la deriva llena de parches que tratan de ocultar sus defectos y errores de construcción, los cuales resultan obvios al ver la incompetencia de su constructor a la hora de elaborar un plano más allá de donde ubicar la próxima pieza con el único criterio de la intuición o incluso a la hora de determinar que materiales son los idóneos.

Resulta paradójico como aun navegando por momentos en un mar en aparente calma, sin una causa aparente, el agua sube repentinamente hasta el cuello, obligando a este navegante a aferrarse a cualquier objeto que llega al alcance de su mano confiando en que su flotabilidad sea suficiente para aguantar hasta que otra nueva oportunidad aparezca. Aunque no resulta tan sencillo ya que sus manos cada vez se encuentran más dañadas por los cortes producidos incluso por los objetos menos punzantes y por las ampollas producidas hasta por los objetos más suaves.